Te odio cada mañana cuando me despiertas con tus pies fríos.
Te odio por dejar la bolsita de té en el fregadero.
Te odio por tu manía de conducir escuchando la noticia
con ese afán de conocer las novedades del mundo
que nunca has querido recorrer de mi mano.
Te odio por dejar los geles abiertos en la bañera.con ese afán de conocer las novedades del mundo
que nunca has querido recorrer de mi mano.
Te odio por dormir con la persiana bajada.
Odio la paradoja del odio. Y es que te odio
no es más que un te quiero del revés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario